Mientras soñaba, la noche melancólica cubría mi cara, busque por senderos, e intente por calles, pero no, no te hallaba, quizás era la oscuridad, o quizás nunca me dejaras...
Me dejaras engrasar a tu corazón, minusuozamente internadme en el. Como un virus lograrte llevar ha aprender juntos lo que es amar, comenzando en pequeñas caricias, y caricias, lograr que nuestros cuerpos comiencen a danzar, en su propio compás, un ritmo único, que solo tu y yo sabremos interpretar, pero esta música solo tu y yo podremos volver a danzar, así yo llenarte de cariños, invitarte al paraíso, juntos danzar y soñar en manos de Dios. Tu y yo…mucho más.
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